Escribo y borro, tengo ganas de escribir algo pero no se bien que. Mi cabeza esta en muchos lados a la vez, y pareciera que las ideas discutene entre ellas para caer, entonces caen de a pedacitos y a final no se forma nada, son como muchas casi ideas desechadas por mi parte consciente y enviadas nuevamente hacia arriba para que se vuelven a procesar. Quizas baje algo terminado en un rato, hay que darle tiempo. Por lo pronto me acordé de Lisboa, de caminar sola y no hablar con nadie durante dos días. Del mar y la torre. De la muestra de fotos. Del café de Pessoa (a quien por mala suerte todavía no había leído, sino lo hubiera disfrutado el doble). De la hamburguesa de microondas del tren. Creo que me gustó tanto que a veces creo que lo soñé.